Fernando Gerbasi
En el año de 1.993 un grupo de profesores fundan en la ciudad de
Valencia, España, la Asociación Centre
d’Etudis Politics, que en el año 2001 se convirtió en la Fundación
CEPS-Centro de Estudios Políticos y Sociales. Esta Fundación se autodefine como “una
organización política no partidaria dedicada a la producción de pensamiento
crítico y al trabajo cultural e intelectual para fomentar consensos de
izquierda”. Independientemente de su
labor académica, esta Fundación, por sus propios orígenes, encontró en
Venezuela un terreno fértil para poner en práctica su tesis para “fomentar
consensos de izquierda” al tiempo que descubrió una gallina de los huevos de
oro que la financiara, particularmente a partir del año 2.004.
Aunque la Fundación inicia su relación laboral con Venezuela desde
el año 2.002, es decir tan sólo un año después de su creación, como consecuencia de un convenio suscrito con la
Asamblea Nacional, ya desde 1.999 miembros de su directiva asesoraban a la
Asamblea Constituyente en la elaboración de una nueva constitución, como es el
caso de los profesores de Derecho Constitucional Roberto Viciano Pastor y Rubén
Martínez Dalmau, ambos de la Universidad de Valencia.
El 17 de junio de 2.014 el periódico El País, publicó un interesante trabajo de investigación del
periodista Francisco Mercado, quien analiza los acuerdos suscritos entre el
gobierno venezolano y la Fundación CEPS desde el año 2004 hasta el 2.012.
Concluye Mercado que la Fundación recibió 3,7 millones de euros del gobierno de
la República Bolivariana de Venezuela, lo que representó, según nuestros
cálculos, el 65% de los ingresos totales de la Fundación CEPS durante este
período.
Ahora bien, si uno analiza con mayor detalles las cifras obtenidas
por Mercado en su investigación llega a conclusiones muy interesantes. Así por
ejemplo, sabemos que 1.640.317 euros fueron cancelados por el Ministerio del
Poder Popular del Despacho de la Presidencia, por asesoría directa de la
Fundación CEPS al presidente Chávez en materia de “estrategia política” y para
el diseño de Misiones, lo que fue presentado eufemísticamente en los convenios como asesoramiento para el
“diseño de políticas públicas que palien la desigualdad de la población
venezolana”. El IVSS pagó durante ese lapso de ocho años la cantidad de 862.305
euros por asesoramiento directo para la implantación de un sistema de seguridad
social en Venezuela. Quizás el acuerdo mas absurdo fue el suscrito por el
MINPOPO para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, para la “formación y la
capacitación del funcionario de prisiones”.
Digo absurdo porque en toda lógica cabe la pregunta, ¿Qué saben unos
profesores de ciencias políticas o de derecho constitucional de la formación y
capacitación de funcionarios de prisiones?
Otras instituciones venezolanas que hicieron uso de los servicios
de la Fundación CEPS fueron: la Vicepresidencia de la República, CANTV,
Telesur, CORDIPLAN, BCV, TSJ, los ministerios para la Salud, para el Trabajo y
el de Comunicaciones.
¿Existe una relación entre la Fundación CEPS y el partido Podemos?
Los lideres de este último argumentan que si alguno de sus miembros han
colaborado con la Fundación ha sido en su condición de académico; no obstante,
varios de sus dirigentes si son colaboradores directos de la Fundación e
integran su directiva, como es el caso
de Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Luis Alegre, este último candidato a la
Alcaldía de Madrid. Es difícil deslindar lo académico con lo político particularmente
cuando la Fundación tiene como uno de sus objetivos fundamentales “fomentar
consensos de izquierda”, que es lo que han pretendido llevar a cabo en sus
trabajos realizados en Venezuela. Hay información cierta que Pablo Iglesias,
durante los años 2.006 y 2.007 estuvo trabajando en Venezuela. Iñigo Errejón es
el Director de Investigación de Identidades Políticas de la Fundación GIS XXI
y, conjuntamente con su director, el ministro de Energía Electrica Jessie
Chacón, suscribió un artículo titulado El
chavismo y el nuevo sentido común de época, además de participar en
diversos foros de esa fundación chavista. Mas resaltante es el caso de Juan Carlos
Monedero que aunque al parecer no colabora con la Fundación CEPS desde hace
diez años si es una de las cabezas mas visibles de Podemos y quizás el mas
vinculado de sus dirigentes al chavismo. Fue uno de los fundadores, en el
2.005, del Centro Internacional Mirada adscrito al ministerio de Educación
Universitaria de Venezuela y durante varios años su responsable de formación;
además, entre el 2.005 y el 2.010 fue asesor directo del presidente Chávez.
Como todas las encuestas dan a Podemos como la primera fuerza
política y lo de chavista no cobra votos en España, estos dirigentes
generadores de ideas y políticas chavistas tienden a presentarse en su propio
país como algo muy distinto a lo que promovieron en Venezuela. Por ello
declaran que “una cosa es España y otra Latinoamérica”, que a los “españoles no
les interesa Venezuela (léase el chavismo) porque lo que les interesa es
discutir España”. Pablo Iglesias ha llegado incluso a declarar, en enero de
este año, que “el chavismo está agotado” y J. C. Monedero, en mayo del año
pasado dijo de manera muy seria “quien dice que queremos convertir a España en
Venezuela es un idiota”.
Todo lo anterior ha generado diversas reacciones en Venezuela.
Para algunos analistas chavistas, Iglesias y Monedero son unos traidores
malagradecidos mientras que para el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado
Cabello, tanto Podemos en España como Syriza en Grecia, “Es el chavismo que
anda por el mundo”.
Sígueme en @fernandogerbasi